Llorar no cuesta una novela al interior de cuba
Reutelio María y Cacha te llevarán en un viaje de dolor a la Cuba de los 90
Una novela donde el cubano de a pie se muestra en su grandeza, en sus agonías
- Personajes creíbles
- Historia basada en la realidad cubana
- Sexo, sincretismo, desesperanza, hambre
- De la autora cubana Lázara Ávila Fernández
Otros libros de la autora "La trampa" "Condenados" "Hashtag Cuentos" "Ramona, estampas de mi vida" "Confinamiento"
Conmovedora y desgarradora, "Llorar no cuesta" te llevará al corazón de la lucha por la supervivencia en Cuba durante el Período Especial.
Descubre la historia de un hombre y dos mujeres que luchan por la libertad y la esperanza en un mundo oscuro e implacable.
- La historia se desarrolla en Cuba, en los noventa
- Candelaria, un pueblito de Pinar del Río, es el escenario que abriga a los personajes
- Cualquiera en Cuba tiene a un conocido, familiar o amigo como Reutelio, el protagonista masculino de "Llorar no cuesta"
- Cualquiera en Cuba conoció o conoce a alguien como Cacha la protagonista femenina de "Llorar no cuesta"
- La novela es Cuba, las angustias y el sufrimiento de su pueblo
Llorar no cuesta, novela cubana
Soy Lázara Ávila Fernández
Autora, editora, filóloga
Tengo publicados hasta la fecha un total de 21 libros. En 2023 fui galardonada en el International Latino Book Award por mi obra "Ramona, estampas de mi vida".
novelas
Libros de relatos
Poesía
Que han dicho los lectores
Fragmento de la novela: «Llorar no cuesta»
Al segundo día de estar en el mar, absolutamente a la deriva, hubo un mal tiempo que los obligó a sacar agua hasta con las manos. La lluvia y el viento amenazaban con hundir la embarcación. Las olas comenzaron a barrer todo a su paso. Al principio las mujeres gritaban y se agarraban unas a las otras con fuerza, pero después tuvieron que sobreponerse al pánico y ayudar a los hombres.
Un golpe de ola sacó a Lázaro quien se había pegado mucho a la proa tratando de salvar unas provisiones. En menos de un segundo el mar se lo tragó sin dejar rastro y sin que nadie pudiera auxiliarle.
Mujeres y hombres se quedaron en silencio, empapados en agua y con el temor reflejado en los rostros, atónitos en medio del desastre. Cualquiera de ellos podía ser la siguiente víctima. A unas brazas del bote creen ver un cuerpo. Pero es solo el mar y las olas que continúan altas.
Cuando la superficie se calmó cada uno de ellos se refugió en su mundo interior tratando de comprender lo que había sucedido. Habían perdido a un hombre. Y se habían quedado sin nada de provisiones. No tenían la menor idea de qué tanto los había alejado la tormenta de su ruta. Ni tampoco de las estadísticas: uno de cada cuatro cubanos morirá en el intento de abandonar la Isla por mar. Uno de cada cuatro sin importar el sexo, la edad o el color de la piel.
Sin agua nadie sobrevive. A ninguno se le ocurrió amarrar al menos una vasija con el líquido potable a la embarcación. Noventa millas es la distancia más corta que separa a Cuba de Cayo Hueso. Una distancia que es posible recorrer hasta en una piragua si se quisiera. Desde donde ellos salieron es solo un poco más.
Pensaron que sería embarcarse y llegar. Por primera vez sienten miedo. Mantenerse con vida es ahora el principal objetivo. Y para ello necesitan estar unidos.
Obtenga Llorar no cuesta
Una novela que te llevará a la Cuba de los noventa